EL CHEMSEX HA EMERGIDO COMO UNA PRÁCTICA COMPLEJA QUE MERECE SER ABORDADA CON RESPETO Y COMPRENSIÓN. ¿QUÉ MOTIVA ESTA PRÁCTICA? ¿CÓMO PODEMOS CUIDAR NUESTRA SALUD Y BIENESTAR EN ESTE CONTEXTO? EN ESTE ARTÍCULO, EXPLORAMOS EL MUNDO DEL CHEMSEX DESDE UNA PERSPECTIVA QUE BUSCA ENTENDER SU CONTEXTO. A TRAVÉS DE LA VOZ DE HÉCTOR OLMOS DE ALAS BALEARS, TE OFRECEMOS HERRAMIENTAS PARA TOMAR DECISIONES INFORMADAS Y RESPONSABLES.
¿CUAL ES TU VISIÓN ACERCA DE LA NECESIDAD DE ESTIMULARNOS CON ALCOHOL O DROGAS PARA HACER O LOGRAR COSAS?
Creo que tiene que ver con las expectativas. Por ejemplo, si salgo de fiesta tengo que cubrir unas expectativas de disponibilidad y responder a ella. Muchas veces lo que se hace para ligar es salir de fiesta, precisamente. Eso siempre incluye tomarse una copa o una cerveza porque ayuda a desinhibirnos y relajarnos, porque al final hay cumplir unas expectativas de atractivo. En una sociedad insegura como la que vivimos, hacen falta ciertos recursos -como el alcohol- para superar estas inseguridades sociales que afrontamos. También hay personas que hacen consumo de sustancias para trabajar y cubrir las expectativas de productividad. De esto no se habla, pero ocurre.
¿QUÉ EFECTOS TIENEN LAS DROGAS EN EL CONTEXTO SEXUAL?
Suben la líbido, aumentan el deseo, el placer y la conexión con el otro. El GHB es un depresor como el alcohol, pero como 10 veces más potente; con dosis muy bajas puedes alcanzar un estado de embriaguez muy elevado. A veces, genera una desinhibición que en ocasiones se va de las manos y las personas dejan de controlar lo que está ocurriendo. Y en ese estado es muy difícil controlar las siguientes tomas. Es por eso que a veces se vuelve difícil controlar el consumo de GHB. Siempre digo que si el consumo está planificado va a generar una experiencia completamente distinta a que si no lo está. Porque si está planificado, vas a recordar que había una intención para ese consumo. Si no lo está, puede desarrollarse de forma caótica y llevar a situaciones de descontrol.
POR SUS BASES ¿PODÍAMOS HABLAR TAMBIÉN DE ADICCIÓN AL SEXO?
No tengo claro hasta dónde podemos llamarlo adicción. Creo que tiene que ver con cómo hemos sido educades en nuestra sociedad para relacionarnos sexualmente. Para que mi autoestima se encuentre en un lugar positivo, necesito sentirme deseable. Me parece que el sexo es una práctica natural, divertida que deberíamos explorar todo lo que pudiéramos, desde el consentimiento y los cuidados. Cuando metemos sustancias, existe un riesgo que es el doble vínculo entre la dependencia de esas sustancias para practicar sexo y el sexo en sí. De repente nos encontramos en situaciones en las cuales el sexo se convierte en una experiencia hiperintensa en la cual, en cuestión de segundos, conectas con una persona de manera que ves el universo en sus ojos y sientes el amor más intenso que has sentido por nadie. Al final eso implica que puedes acceder a ese nivel de intimidad, simplemente consumiendo una sustancia con una persona y el tiempo que dure es tan real que sientes que te compensa.
¿CUÁNTO INFLUYEN LAS CARENCIAS EN ESTAS PRÁCTICAS?
El uso de los estimulantes que hablamos responde a ciertas carencias que como sociedad y en concreto la comunidad LGTBIQ+ sufre: la soledad y cómo y desde dónde construimos la intimidad. Personas que llevan muchos años practicando quemsex, no se imaginan el volver a practicar sexo sobrio porque les da miedo. No saben si van a ser capaces de conectar con la otra persona, no saben si van a ser ni siquiera capaces de conectar con su propio placer y con su propio deseo, siente que no les va a interesar. O sea que ese orgasmo de tres minutos no les va a interesar.
¿NO ES UNA DICOTOMÍA UTILIZAR SUSTANCIAS DEPRESORAS PARA TENER SEXO?
La mayoría de las sustancias que se consumen en el chemsex, prácticamente a todas las personas les imposibilita la erección. La mefedrona depende, pero el GHB como depresor puede causar disfunción eréctil, la metanfetamina también lo provoca, sustancias que tienen efectos empatógenos como el MDMA también; esto siempre se compensa con el uso de fármacos como viagra o cialis, añadiendo un químico más a todo el cóctel. La viagra puede generar ciertos riesgos.
¿CÓMO SE PUEDE EVITAR LOS RIESGOS DE CONSUMIR SUSTANCIAS DE PROCEDENCIA DESCONOCIDA?
Es importante testear las sustancias. Siempre recomiendo Energy Control como una plataforma para consultar y resolver dudas. Llevas la sustancia que hayas comprado y en unos días te pueden dar el resultado y decirte qué es eso exactamente. Es una entidad social, que trabaja a través de subvenciones y existe como servicio de reducción de riesgos y daños. Es completamente anónimo. Las personas con las que trabajamos están decidiendo y tomando la decisión de consumir, lo que queremos es que -como ese consumo va a existir- sea lo más seguro posible.
¿CÓMO SE ACOMPAÑA A LAS PERSONAS QUE BUSCAN DEJAR DE CONSUMIR SUSTANCIAS? Principalmente nuestra forma de trabajo es que la persona marque el objetivo. Cuando alguien viene no le decimos lo que tiene que hacer sino más bien ‘¿qué quieres hacer con esto que está ocurriendo?’. Cuando viene la persona al servicio es porque ha identificado que algo está ocurriendo con la práctica del chemsex y algo en el consumo la está haciendo sentir incómoda, que hay algo que no le gusta. Quien no identifica una problemática con el consumo no va a pedir ayuda, evidentemente. Lo primero que hacemos es marcarnos un objetivo, a veces es reducir el consumo ó consumir sólo un tipo de sustancia, hacerlo sólo una vez al mes -para tenerlo más controlado- ó quiere aprender herramientas para que las sesiones de consumo sean lo más saludables posible. Hay personas que plantean el consumo cero, pero en ALAS no trabajamos la abstinencia. Siempre que una persona verbaliza que busca la abstinencia, recomendamos otros recursos donde trabajar esto. En el sistema público está la UCA (Unidad de Control de Adicciones) y utilizamos este servicio para derivarlos, si es necesario. También existe Proyecto Hombre que trabaja con una perspectiva de abstinencia.
¿CÓMO SE ACOMPAÑA A LAS PERSONAS QUE BUSCAN DEJAR DE CONSUMIR SUSTANCIAS?
Principalmente nuestra forma de trabajo es que la persona marque el objetivo. Cuando alguien viene no le decimos lo que tiene que hacer sino más bien ‘¿qué quieres hacer con esto que está ocurriendo?’. Cuando viene la persona al servicio es porque ha identificado que algo está ocurriendo con la práctica del chemsex y algo en el consumo la está haciendo sentir incómoda, que hay algo que no le gusta. Quien no identifica una problemática con el consumo no va a pedir ayuda, evidentemente. Lo primero que hacemos es marcarnos un objetivo, a veces es reducir el consumo ó consumir sólo un tipo de sustancia, hacerlo sólo una vez al mes -para tenerlo más controlado- ó quiere aprender herramientas para que las sesiones de consumo sean lo más saludables posible. Hay personas que plantean el consumo cero, pero en ALAS no trabajamos la abstinencia. Siempre que una persona verbaliza que busca la abstinencia, recomendamos otros recursos donde trabajar esto. En el sistema público está la UCA (Unidad de Control de Adicciones) y utilizamos este servicio para derivarlos, si es necesario. También existe Proyecto Hombre que trabaja con una perspectiva de abstinencia.
¿CÓMO AFECTA LAS RELACIONES INTERPERSONALES Y LA VIDA SOCIAL LA PRÁCTICA DEL CHEMSEX?
Yo siempre creo que el tener una red de apoyo a nivel social es un elemento super importante para la reducción de riesgos. No es lo mismo una persona que está sola y que no tiene apoyos sociales o familiares, que una persona que cuenta con ellos. Es verdad que esta práctica ha comenzado a tener consecuencias negativas y las relaciones sociales se ven afectadas, porque las personas no saben cómo ayudarlas y se distancian considerando que la situación está siendo demasiado tóxica. Hay consecuencias a nivel económico también porque las personas acaban gastando mucho dinero en la compra de sustancias y a veces ese dinero tienen que pedirse a personas del entorno social.